El pasado 16 de abril, en la residencia de mayores FUNDAZ Santa Bárbara, en Zaragoza, vivimos una jornada especialmente emotiva con la celebración del Vía Crucis, una actividad que forma parte de nuestro compromiso por mantener vivas las tradiciones religiosas y culturales entre nuestros residentes.
Esta actividad, habitual en muchas residencias de mayores durante la Semana Santa, adquirió este año un valor muy especial: fue guiada por Ana María, la hija de una de nuestras residentes. Su implicación generosa convirtió este momento en algo más que una tradición: fue un acto de amor, cercanía y comunidad.
En FUNDAZ Santa Bárbara creemos firmemente en la implicación familiar dentro de la residencia, porque sabemos que el bienestar de nuestros mayores no solo depende de los cuidados profesionales, sino también de los lazos afectivos que les rodean. Ver a una hija participar activamente en una actividad tan significativa fue, sin duda, una de las mayores satisfacciones para todo el equipo.
El Vía Crucis, también conocido como el “Camino de la Cruz”, representa en catorce estaciones el trayecto que vivió Jesús desde su condena hasta su sepultura. En nuestra residencia, esta representación cobró vida a través de una exposición de imágenes instalada a lo largo de uno de nuestros pasillos principales. Cada estación estuvo acompañada de una lectura reflexiva guiada por Ana María, creando un ambiente de recogimiento y conexión emocional.
Este tipo de actividades en residencias de mayores no solo enriquecen la experiencia diaria de los residentes, sino que fortalecen la dimensión emocional, fomentan el recuerdo y promueven el sentimiento de pertenencia. Además, refuerzan uno de nuestros valores clave: la residencia como hogar.
Agradecemos profundamente a Ana María su entrega, y a todas las familias que confían en nosotros y forman parte del día a día en nuestra residencia de mayores en Zaragoza. Actividades como este Vía Crucis nos recuerdan que cada pequeño gesto suma, y que el verdadero cuidado va mucho más allá de lo físico, buscando el lado más humano.